"No importan los expedientes académicos" (Never Mind School Records) Akio Morita (24/52 2025)
"La
verdadera innovación no consiste solo en hallar nuevas respuestas, sino en
atreverse a formular las preguntas que nadie se ha hecho". Akio Morita
El
libro “Never Mind School Records (No importan los expedientes académicos)” es un
manifiesto contra los sistemas que aplastan el talento y la imaginación. Un
canto a la libertad de pensar distinto. Un legado fabuloso que en la actualidad
en la era de la inteligencia artificial la educación estandarizada y el
pensamiento automatizado sigue siendo urgente prioritario y necesario. El libro
“Never Mind School Records” esta basado en la propia filosofía de Akio Morita, (Nagoya
26/ene/1921- Tokio 3/oct/1999) que fue el hijo primogénito de una familia
dedicada desde 1665 (quince generaciones) a la elaboración de sake. Aunque su
futuro estaba predestinado, no siguió el camino previsto. Siendo un joven
ingeniero de familia tradicional se atrevió a ir contra las normas del sistema
japonés que valoraba la obediencia, buenas calificaciones académicas y el
encasillamiento. No fue un genio precoz ni estudiante ejemplar, ni el líder
carismático de discursos estridentes ni el estratega frío obsesionado con el
poder. Fue simplemente un hombre con el valor de romper con su destino, pero
sin quebrar sus raíces. Un innovador que supo ver más allá de la tecnología
para intuir los deseos profundos de la humanidad. Conoció a un ingeniero
visionario llamado Masaru Ibuka en 1944 trabajando para el ejército japonés durante
la segunda guerra mundial. Cuando acaba la guerra en un país devastado por dos
bombas atómicas ambos ingenieros fundan juntos una pequeña empresa llamada Tokyo
Tsushin Kogyo K.K. (Tokyo Telecommunications Engineering Corporation) que funcionó
entre 1946 y 1957. Esto sería el germen de la corporación Sony. En sus inicios reparaban
radios dañadas en un taller prestado, con poco capital y mucho ingenio. Los
primeros años no fueron promisorios. Crearon e Intentaron vender una olla
arrocera eléctrica que quemaba el arroz, una grabadora de cinta magnética que nadie
en Japón sabía para qué servía y una manta eléctrica que daba descargas
eléctricas. Fracasos absolutos. La familia seguía insistiendo que Akio había
deshonrado su linaje al abandonar el sake por la electrónica. Algunos inversionistas
les dieron la espalda. Pero Akio Morita era un hombre difícil de desalentar. En
lugar de rendirse, apostó por aprender. Morita no sólo revolucionó la industria
electrónica; también reinventó la forma de hacer empresa. Creía que el talento
humano debía florecer más allá de los títulos académicos. Despreciaba la
obsesión japonesa por las notas y los diplomas. Para él, las grandes ideas no
se medían en boletines escolares, sino en coraje, pasión, creatividad y
capacidad de fallar con dignidad. Estos conceptos fueron desarrollados por Akio
Morita en un libro escrito en el año1966. A continuación las veinte enseñanzas
clave de “Never Mind School Records/No importan los expedientes académicos/Gakureki
Muyō Ron (学歴無用論)”
(24/52 2025):
1.
El potencial humano trasciende los títulos académicos
Akio
Morita desafió un paradigma cultural profundamente arraigado en Japón: el valor
absoluto de las calificaciones escolares. Desde Sony, promovió una visión
radical para su época: lo que realmente importa no es de qué universidad
vienes, sino qué eres capaz de hacer. Apostó por el talento práctico, la ética
de trabajo y la imaginación como las verdaderas credenciales. En el libro “Outliers”,
Malcolm Gladwell subraya que el éxito no depende solo del "IQ" o de
la institución educativa, sino de las oportunidades, la práctica deliberada y
la mentalidad.
2.
El aprendizaje continuo vale más que cualquier diploma
El
mundo cambia demasiado rápido como para que una formación universitaria sea
suficiente. Por eso, Akio Morita fue un impulsor de la capacitación constante
dentro de Sony. Su visión era que el verdadero aprendizaje empieza una vez que
el trabajo comienza. Carol Dweck, en su libro Mindset (09/52 2025),
sostiene que una mentalidad de crecimiento es más poderosa que el talento
natural.
3.
Innovar es romper reglas con propósito
Bajo
la visión audaz de Akio Morita, Sony desafió las normas establecidas del
mercado al apostar por productos inéditos como el Walkman. No fue una decisión sencilla
ya que enfrentó resistencias internas de quienes cuestionaban no solo el
nombre, sino el propio concepto de un reproductor de música portátil sin
capacidad de grabación. Según ellos, nadie lo querría. Pero Morita escuchaba
sin dejarse arrastrar por el escepticismo. Tenía una convicción clara: si solo
seguimos las reglas existentes, lo único que haremos es repetir el pasado. En
su filosofía, ningún producto debía salir al mercado si no era verdaderamente
innovador o aportaba algo radicalmente distinto. Para Morita, la innovación no
era una función aislada, sino una cultura que debía impregnar toda la
organización: producción, procesos, sistemas, marketing, ventas, calidad,
publicidad, administración, etc. todo debía reinventarse constantemente. Tal
vez esa misma idea sea hoy más necesaria que nunca. En lugar de dejarnos
distraer por el ruido de los opinólogos de turno, deberíamos volver al centro:
las ideas y como hacerlas realidad para aportar valor. Como señala Clayton
Christensen en The Innovator's Dilemma, romper con lo establecido no es solo
una opción, sino la única vía real para liderar el futuro y crear nuevas
industrias.
4.
Una empresa es una comunidad, no una maquinaria
Akio
Morita promovió una gestión basada en la confianza, la estabilidad y la
cohesión humana. Para él, una empresa debía ser como una familia extensa:
proteger, desarrollar y retener a sus miembros. Simon Sinek en el libro “Leaders
Eat Last” muestra cómo las organizaciones que priorizan el bienestar de las
personas generan lealtad y resultados sostenibles.
5.
La pasión no se enseña, pero se cultiva
Akio
Morita creía que la pasión no debía evaluarse en una entrevista, sino
descubrirse, alimentarse y expandirse en el entorno laboral. Promovió proyectos
internos donde los empleados pudieran experimentar, explorar y equivocarse.
Posibilitar la creación de entornos fértiles para despertar talento oculto es una
prioridad en algunas organizaciones. Grandes innovaciones nacen cuando las
personas tienen de tiempo, espacio y permiso para crear y apasionarse. Daniel
Pink en su libro “Drive” plantea que la pasión se activa con autonomía,
propósito y maestría.
6. La obsesión por el cliente como brújula moral
La
prioridad de Akio Morita en Sony era ofrecer productos de calidad que mejoraran
la vida de las personas. Creía en crear valor real antes que perseguir el valor
bursátil. “Haz lo correcto para el cliente y el éxito vendrá”, repetía. Tony Hsieh en su libro “Delivering
Happiness” sostiene que un servicio extraordinario es el alma de una
empresa sostenible.
7.
La humildad como ventaja competitiva
Aunque
lideraba una multinacional, Akio Morita conservaba una humildad profunda.
Escuchaba más de lo que hablaba. Consultaba con técnicos, visitaba fábricas y
escuchaba de forma directa a clientes. Sostenía que el conocimiento no tiene
jerarquía. La humildad permite aprender, corregir y construir relaciones
genuinas. Es una fuerza silenciosa que transforma entornos laborales rígidos en
ecosistemas creativos. Jim Collins en su libro “Good to Great” muestra
que los líderes verdaderamente transformadores son humildes y centrados en la
misión, no en el ego.
8.
Los errores son semillas de sabiduría futura
Akio
Morita promovía una cultura donde equivocarse era parte del proceso creativo.
En vez de penalizar, buscaba entender qué había fallado y cómo aprender de
ello. Su filosofía era: si no estás fallando a veces, no estás innovando lo
suficiente. Amy Edmondson, en su libro “The
Fearless Organization”, muestra que las empresas que toleran el error
inteligente prosperan más rápido.
9. La cultura corporativa se construye con coherencia, no con discursos
Akio
Morita comprendía que la verdadera cultura se transmite con actos, decisiones y
rituales diarios. No se trata de procesos de comunicación interna alejados de
la realidad o mensajes maravillosos en las paredes en los que nadie cree y están
lejos de la vida de los profesionales sino de vivir los valores cada día. Satya
Nadella en su libro “Hit Refresh” enfatiza cómo reconstruir una cultura
desde el ejemplo diario.
10.
La educación debe ser reformulada para liberar el talento
Akio
Morita cuestionaba la rigidez del sistema educativo tradicional, que muchas
veces premia la memoria sobre la creatividad, y la conformidad sobre la
iniciativa. Defendía una educación centrada en el desarrollo del potencial, no
en la selección de élites. En los procesos de selección de personal mas que
analizar el CV se priorizaba el perfil personal, la forma de entender la vida y
el enfoque del trabajo en relación con la empresa. Ken Robinson en su
libro “El Elemento” (06/52 2025) sostiene: “Muchos estudiantes fracasan
no porque no tengan talento, sino porque el sistema no reconoce su talento”.
11.
El éxito sostenible se basa en la visión, no en la inmediatez
Akio
Morita tenía la ambición de construir una empresa duradera y con alma. En
ocasiones renunciar a beneficios inmediatos y tomar decisiones difíciles puede favorecer
los resultados a largo plazo es lo que
distingue a los verdaderos pioneros. En el libro “Start With Why” Simon
Sinek expone cómo las organizaciones que prosperan son aquellas que tienen un
"por qué" firme y duradero.
12.
La diversidad enriquece la innovación
Akio
Morita apostó por equipos diversos en pensamiento, formación y nacionalidad como
fuente de ideas disruptivas. Sony fue una de las primeras multinacionales
japonesas en contratar activamente talento extranjero y crear equipos con alto
nivel de diversidad. En muchas ocasiones la mezcla de perspectivas impulsa
mejores decisiones, más creatividad y soluciones más humanas. Scott Page en su
libro “The Diversity Bonus” demuestra con datos que los equipos diversos
superan a los homogéneos en resolución de problemas complejos.
13. La tecnología debe servir a las personas, no al ego corporativo
Para
Akio Morita, la tecnología solo tenía sentido si hacía la vida más fácil, rica
o significativa. No se trataba de ostentar innovación, sino de mejorar
experiencias humanas cotidianas. Sherry Turkle en su libro “Reclaiming
Conversation: The Power of Talk in a Digital Age” alerta sobre el uso frío de
la tecnología sin sentido humano.
14.
Las mejores decisiones nacen del respeto entre disciplinas
El
diálogo interno es una prioridad. La comunicación desde distintos puntos de
vista (ingenieros, diseñadores, vendedores y operarios) fortalece el resultado
final. La excelencia no nace de un silo, sino de la interacción abierta entre
saberes distintos con un enfoque interdisciplinario colaborativo. Margaret
Wheatley, en el libro “Leadership and the New Science” sugiere que los
sistemas vivos (como las organizaciones) florecen con interconexión y
comunicación fluida.
15.
El respeto por los empleados construye reputación externa
Akio
Morita priorizaba el cuidado de los empleados con beneficios, respeto y
formación constante. Entendía que el trato interno se refleja en la calidad
externa. En la actualidad este concepto sigue siendo válido tanto en
organizaciones privadas como públicas. Los clientes perciben de forma directa e
inmediata la calidad de servicio y lo que sucede internamente aunque no haya información
pública. Hay quien compara a las organizaciones como si fueran orquestas que
cumplen su cometido o bien están lejos de las expectativas y desafinan. En el
libro “Firms of Endearment” Raj Sisodia analiza cómo las empresas más
humanas superan en rentabilidad a las tradicionales.
16. Los líderes muestran el camino con el ejemplo
Akio
Morita lideraba con el ejemplo y los pies en el suelo ya que dedicaba tiempo y
atención a lo que sucedía en las fábricas, los distintos niveles de la
organización y geografías demostrando su compromiso con el trabajo, la
excelencia, la mejora continua y la innovación. En el libro “The Leadership
Challenge”, Kouzes y Posner explican que el modelo más poderoso de liderazgo
es “modelar el camino”.
17. La confianza se construye con coherencia, no con control
Akio
Morita promovía una cultura de confianza, donde los empleados tomaban
decisiones con autonomía. Prefería el error bienintencionado al cumplimiento
pasivo. Creía que las personas dan lo mejor cuando se sienten responsables, no
vigiladas. Stephen Covey en su libro “The Speed of Trust” demuestra cómo
las organizaciones de alta confianza son más veloces, eficientes y sostenibles.
18. El propósito compartido supera al interés individual
Sony
creció con una misión clara, y no como un grupo de personas compitiendo entre
sí. Morita creía que el verdadero rendimiento viene cuando todos entienden el
propósito común. Bill George en su libro “True North” sostiene que los
líderes auténticos están motivados por servir a algo mayor que ellos mismos.
19.
Los valores deben guiar la estrategia, no al revés
Akio
Morita no comprometía sus valores ni por moda, ni por presión del mercado. Sus
decisiones reflejaban una ética clara: innovación con responsabilidad,
crecimiento con respeto. En el libro “Conscious Capitalism” John Mackey
propone que los valores integrados generan rentabilidad y orgullo colectivo.
20.
El legado más valioso es inspirar a otros a creer en sí mismos
Akio
Morita dejó algo más que una empresa: dejó una forma de pensar, de liderar y de
valorar el talento. Su vida es testimonio de cómo la confianza en uno mismo y
en los demás puede transformar la sociedad. Viktor Frankl, en El hombre en
busca de sentido (05/52 2025), nos recuerda que cuando encontramos un
propósito, cualquier obstáculo se vuelve parte del camino.
Akio
Morita no fue simplemente un empresario brillante o un innovador tecnológico.
Fue, ante todo, un humanista del futuro. Su vida y pensamiento nos recuerdan
que las grandes transformaciones no surgen de algoritmos perfectos ni de
estructuras infalibles, sino del coraje de confiar en las personas antes que en
su historial académico, experiencias laborales previas, relaciones familiares o
de amistad. Cultivar el talento es un arte que antecede y supera los títulos. Construir
organizaciones y sociedades mas evolucionadas, sanas, transparentes y
sostenibles es posible. Akio Morita apostó por la confianza, creyó en quienes
no encajaban, en los creativos dispersos, en los técnicos autodidactas, en los
soñadores impacientes. Creó un entorno donde fallar era parte del juego, donde
la pasión tenía más peso que los diplomas, y donde la innovación no era un fin,
sino una consecuencia natural de liberar lo mejor del ser humano con el propio
ejemplo de superación. En tiempos donde la velocidad tiende a devorar la reflexión,
donde muchos sistemas de gestión premian
la obediencia más que la imaginación, recuperar estos estilos de liderazgo es
un acto heroico. Nos recuerda que la verdadera ventaja competitiva de una
organización no está en su tecnología, sino en su cultura, Cuando creamos
espacios donde las personas pueden pensar, arriesgar y construir juntas, no
solo nacen grandes empresas. Nacen futuros mejores.
“Para
conseguir grandes cosas debemos no sólo actuar, sino también soñar; no sólo
planear, sino también creer.” Anatole France
Suerte.
Buen viaje.
Mario Kogan
8/jun/25
P.D.
Agradecido por los aprendizajes, experiencias, confianza y cuidados de los
grandes profesionales de Sony España con quienes he transitado casi un 20% de
mi vida laboral
Para
los apasionados de los datos y resúmenes empresariales aquí va un apéndice
sobre Sony y sus 80 años de existencia:
Historia
https://www.sony.com/en/SonyInfo/CorporateInfo/History/
https://www.sony.com/en/SonyInfo/CorporateInfo/History/sonyhistory.html
Servicios y productos
https://www.sony.com/en/SonyInfo/products/
Datos corporativos
https://www.sony.com/en/SonyInfo/CorporateInfo/data/
Wikipedia
https://en.wikipedia.org/wiki/Sony
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