“Liderazgo + Arte” (37/52 2025)
"El
mejor de los líderes es aquel que la gente apenas sabe que existe. El siguiente
es aquel a quien la gente ama y elogia. El siguiente es aquel a quien temen. El
peor es aquel a quien desprecian. Cuando no hay confianza suficiente, se
obtiene desconfianza. El mejor líder habla poco. Cuando su trabajo está hecho,
su propósito cumplido, la gente dirá: 'Lo hicimos nosotros mismos'."
Lao
Tzu. Tao Te Ching. Cap. 17 (Siglo III a. C).
El liderazgo no es un privilegio reservado a unos pocos ni una cualidad que surge mágicamente. Es un arte que todos podemos aprender y cultivar ya que cada día nos brinda la oportunidad de influir, acompañar y abrir caminos para otros. A veces surge en los grandes momentos de decisión pero muchas veces se revela en lo cotidiano; en una conversación donde elegimos escuchar con atención, en un gesto que transmite confianza y en la inteligencia puesta al servicio de decisiones que afectan no solo nuestro rumbo sino también el de quienes nos rodean.
Liderar es aprender a mirar con otros ojos, a descubrir potencial donde otros ven límites, a tender puentes donde otros levantan muros y a mantener viva la esperanza incluso cuando la realidad parece no dar opciones. No se trata de títulos, cargos o reconocimientos, sino de la capacidad de inspirar con nuestras acciones y de generar vínculos que despierten lo mejor de los demás.
Este arte se forja con la experiencia que dan los aprendizajes formales y también con las lecciones de nuestros aciertos y errores a lo largo de la vida. Se fortalece con la humildad de reconocer que nunca lo sabemos todo y con la valentía de servir antes que imponer. El liderazgo que trasciende no se olvida jamás; no se construye sobre la rigidez de la autoridad ni sobre el miedo, sino sobre la inspiración, la confianza y el deseo profundo de dejar una huella positiva. Cada uno de nosotros sin importar nuestra experiencia, formación o situación puede desarrollar capacidades para ser artistas del liderazgo en nuestra vida personal y profesional. Con el fin de profundizar en estos apasionantes temas desde distintos puntos de vista se describen a continuación veinte enseñanzas clave de “Liderazgo + Arte” (37/52 2025) basadas en diez fuentes distintas:
I. “Leaders Eat Last” Simon Sinek
El liderazgo
centrado en la empatía y la seguridad crea equipos más fuertes. El líder debe
ser el creador de lealtad, confianza y compromiso. De este modo el liderazgo no
trata de obtener el máximo rendimiento de los empleados, sino de construir un “Círculo
de Seguridad” donde el talento se sienta protegido para colaborar, innovar y
prosperar.
1.
El arte de proteger: La lección del Círculo de Seguridad.
Un
líder crea un entorno seguro donde su equipo se siente protegido de las
amenazas externas e internas. Cuando los miembros del equipo confían en que el
líder los defenderá, se atreven a ser creativos, a asumir riesgos y a trabajar
sin miedo. El líder se gana esta confianza al poner el bienestar de su equipo
antes que el suyo.
2. El arte de conectar: La lección de la empatía.
El
liderazgo no es dar órdenes, sino fomentar la colaboración. La confianza se
basa en la liberación de neuroquímicos como la oxitocina, que fortalecen los
lazos humanos. Los líderes que construyen una cultura de empatía y apoyo crean
un sentido de pertenencia que motiva al equipo a ir más allá por un propósito
compartido.
En el libro “El cerebro social: la ciencia de las relaciones humanas” de Matthew Lieberman podemos sumergirnos en la neurociencia para explicar porqué el cerebro humano está orientado a la socialización. Las formas de liderazgo que fomentan la conexión la aceptación, la pertenencia y la seguridad no son solo buenas ideas sino que son cruciales para nuestro bienestar ya que están arraigadas en la biología humana.
II."Leadership and the New Science" Margaret J. Wheatley:
Este
libro utiliza principios de la física cuántica, el caos y la biología para
argumentar que las organizaciones no son máquinas, sino sistemas vivos y
complejos y reconfigura por completo la visión del liderazgo ya que sostiene que
el talento no puede ser controlado, sino que debe ser cultivado. El líder, en
este contexto, no es un comandante que da órdenes, sino un jardinero que crea
las condiciones adecuadas (conexión, propósito y significado) para que el
talento de su equipo florezca por sí mismo.
3. El arte de la jardinería: El líder como cultivador.
Las
organizaciones no son máquinas predecibles, sino sistemas vivos y complejos.
Por ello, el rol del líder no es el de un comandante que controla todo fríamente
desde la lejanía, sino mas bien el de un jardinero involucrado en crear las
condiciones adecuadas para que cada detalle de la vida diaria de la
organización evolucione y florezca por sí misma. Su labor es nutrir el suelo,
no forzar el crecimiento.
4.
El poder de la conexión y el significado.
En
un mundo impredecible, cambiante, caótico e interconectado lo más importante no
es la estructura, sino la calidad de las relaciones y el propósito compartido.
El arte de liderar reside en crear espacios donde las personas puedan
conectarse, dialogar y encontrar un significado profundo en su trabajo, ya que
son estas relaciones las que dan coherencia y resiliencia a la organización.
El libro
“Thinking in Systems: A Primer” Donella H. Meadows aporta un marco claro y
accesible para comprender cómo funcionan los sistemas complejos del mundo real proporcionando
una base teórica y los modelos mentales que explican por qué el enfoque
tradicional de "causa y efecto" falla en el liderazgo y por qué es
crucial adoptar una mentalidad sistémica
III. "The Art of Leadership" Max De Pree:
Este
libro argumenta que el liderazgo no es una ciencia de la administración, sino
una forma de arte ya que reconfigura la relación entre el líder y el talento. A
través del establecimiento de relaciones basadas en la confianza y el pacto, el
líder crea un entorno donde el talento no solo cumple con las expectativas,
sino que florece y contribuye a una obra más grande que él mismo.
5.
El arte de liberar a las personas
La
labor más importante de un líder no es dar órdenes o ejercer control, sino
crear las condiciones para que las personas puedan alcanzar su máximo
potencial. Esto implica otorgar libertad, confianza y responsabilidad. El líder
es una persona al servicio de su equipo. Su tarea es construir un entorno donde
cada persona pueda florecer y contribuir con su genio único a la obra
colectiva.
6.
El arte de la relación como un pacto
Existe
una relación contractual (transaccional y basada en las reglas) y una relación
de pacto (basada en valores compartidos, el respeto y el compromiso mutuo). El
liderazgo, como un arte, debe crear esta relación de pacto, donde la lealtad y
el compromiso no son obligatorios, sino que surgen de un propósito común y una
confianza profunda. Este tipo de relación es la base para lograr resultados
trascendentes. El pacto viene a ser un convenio solemne que va mucho más allá
de un simple contrato o acuerdo; es un vínculo moral y personal. No se trata de
lo que tienes que hacer, sino de lo que te comprometes a ser y a lograr
conjuntamente.
En el
libro “Good to Great: Why Some Companies Make the Leap... and Others Don't” Jim
Collins analiza casos de empresas que logran un crecimiento sostenido a largo
plazo aportando datos empíricos y definiendo el concepto de Liderazgo de Nivel
5 (una mezcla de humildad personal y feroz voluntad profesional) que se centra en
“tener a las personas adecuadas en el autobús”, demostrando cómo la integridad
y el compromiso con las personas son la base del éxito duradero.
IV. “The Art of Possibility" Rosamund y Benjamin Zander
Este
libro escrito a través de la experiencia de un director de orquesta enseña que
el liderazgo es el arte de redefinir la realidad para inspirar a las personas a
alcanzar su máximo potencial. El líder no debe juzgar el desempeño del talento,
sino creer en su potencial desde el principio. El líder trascendente libera el
talento del miedo al fracaso, lo que permite la verdadera creatividad y la
excelencia.
7.
El arte del encuadre: Liderar desde un estado de posibilidad.
Liderar
es un acto de encuadre o enfoque. El líder, como un artista, transforma la
realidad al cambiar la perspectiva de su equipo. En lugar de ceder al pesimismo
preguntando ¿qué salió mal? O bien ¿quien ha sido el culpable? el líder de la
posibilidad enmarca la situación con una pregunta que inspira: "¿qué
podemos crear a partir de aquí y ahora? De este modo, convierte el problema en
una oportunidad y el fracaso en el catalizador para un nuevo comienzo.
8.
El arte de la calificación "A": El líder que eleva
Una
idea innovadora y radical es otorgarle a cada miembro de tu equipo una
calificación "A" al comienzo del proyecto. Esta "A" no es
un regalo, sino una declaración de fe en su potencial. El rol del líder cambia
de ser un juez a ser un mentor, cuya tarea es preguntar: "¿qué puedo hacer
para ayudarte a que el 'A' que sé que ya eres se manifieste y crezca?".
Este enfoque libera a las personas del miedo y las inspira a alcanzar su
verdadera grandeza.
En el libro “Mindset: La nueva psicología del éxito” (09/52 2025) Carol S. Dweck explicar la diferencia entre la mentalidad fija (creer que las habilidades son innatas) y la mentalidad de crecimiento (creer que las habilidades pueden desarrollarse). La mentalidad fija es un obstáculo que vive en el mundo de la escasez y el juicio, mientras que la mentalidad de crecimiento es la que habita en el mundo de la posibilidad.
V. "Multipliers: How the Best Leaders Make Everyone Smarter" Liz Wiseman
Este
libro explica que existen dos tipos de líderes: los
"Multiplicadores", que amplifican la inteligencia y la capacidad de
su equipo, y los "Disminuidores" que la agotan. Provee un marco claro
y práctico para el liderazgo ya que el talento no es un recurso fijo, sino que
puede ser amplificado o disminuido por el líder. El arte de liderar no es ser
el más inteligente del equipo, sino saber cómo utilizar la inteligencia de
todos para generar un resultado superior. El libro ofrece un manual para
convertirte en un "Multiplicador" y desbloquear el potencial latente
en una organización.
9. El arte de amplificar: El líder como Multiplicador.
Los
líderes se dividen en dos categorías; los Multiplicadores, que amplifican la
inteligencia y la capacidad de su equipo, y los Disminuidores, que drenan el
talento y la energía. El arte de liderar reside en ser un multiplicador,
creando un entorno donde las personas se sienten inspiradas para utilizar su
máximo potencial y, en el proceso, se vuelven más inteligentes, creativas y
capaces.
10. El arte de la pregunta: El líder que provoca el pensamiento.
En
lugar de dar respuestas, los Multiplicadores hacen preguntas. Esta práctica no
solo empodera a las personas, sino que las obliga a pensar por sí mismas, a
asumir la responsabilidad y a encontrar sus propias soluciones. El líder que
hace preguntas en lugar de dar órdenes no solo guía, sino que también enseña.
Esta es una manifestación sublime del arte del liderazgo: guiar al equipo hacia
un resultado trascendente sin la necesidad de un control rígido.
En
el libro “Atrévete a liderar” Brené Brown se adentra en la vulnerabilidad, el
coraje y la empatía que son la base emocional y psicológica del liderazgo. Los
líderes que se atreven a mostrar vulnerabilidad y a conectar genuinamente con
su equipo son los mismos líderes que tienen la capacidad de inspirar y
amplificar el talento de los demás.
VI. "Turn the Ship Around!" L. David Marquet
Este
libro describe la experiencia del capitán de un submarino nuclear con un equipo
de bajo rendimiento que evoluciona a través de la autonomía y el empoderamiento.
David Maruqet sostiene que el talento florece cuando se le otorga la autoridad
para tomar decisiones a través de un liderazgo que confía y descentraliza el
poder con el fin de generar talento individual y equipos más competentes,
resilientes y exitosos.
11. El arte de la autonomía: El líder como creador de líderes.
La idea
central de este libro es el cambio del modelo "Líder-Seguidor" al
modelo "Líder-Líder". El arte de liderar no reside en dar órdenes,
sino en empoderar a cada miembro del equipo para que tome decisiones y asuma la
responsabilidad. Este enfoque no solo distribuye la carga del liderazgo, sino
que también libera la creatividad y la iniciativa de todos, generando un equipo
más fuerte y adaptable.
12.
El arte de la claridad: La necesidad de competencia y propósito.
La
autonomía sin competencia y claridad es un desastre. Por lo tanto, el arte de
este liderazgo requiere que el líder se asegure de que cada persona tenga la competencia
técnica necesaria y comprenda el propósito del equipo. Una vez que todos saben
qué hacer y por qué, el líder puede dar un paso atrás y permitir que la magia
del empoderamiento suceda.
En el
libro “Team of Teams: New Rules of Engagement for a Complex World” el General
Stanley McChrystal narra la transformación de la Fuerza de Tareas Conjunta en
Irak. El modelo tradicional de mando y control era demasiado lento para
enfrentar a un enemigo descentralizado. El arte del liderazgo moderno radica en
la capacidad de crear una cultura de confianza y un propósito compartido donde
los equipos, por pequeños que sean, pueden operar con autonomía y tomar
decisiones rápidas, sin esperar órdenes de una jerarquía.
VII. "Drive" Daniel H. Pink
Este
libro desafía la idea de que la mejor manera de motivar a las personas es con
recompensas y castigos. En cambio, argumenta que la verdadera motivación para
el trabajo creativo y complejo es intrínseca, basada en la autonomía, la
maestría y el propósito. Cambia el enfoque del liderazgo del control externo a
la inspiración interna demostrando que el talento no se puede comprar, sino que
debe ser cultivado desde adentro. Un líder que comprende el "Drive"
no tiene que coaccionar a su equipo, sino que crea las condiciones para que el
talento se sienta libre, competente y conectado a un propósito más grande, lo
que resulta en un compromiso y un rendimiento excepcionales.
13.
El arte de inspirar el propósito: Liderar con motivación intrínseca.
El
liderazgo tradicional, basado en "la zanahoria y el garrote"
(recompensas y castigos), es ineficaz para el trabajo creativo y complejo. El
verdadero arte de liderar radica en liberar la motivación intrínseca, el deseo
de hacer algo por el simple hecho de que es interesante y significativo. Un
líder que domina este arte ayuda a su equipo a descubrir su propósito interno.
14.
El arte de cultivar el AMP (Autonomía, Maestría y Propósito).
En el libro “Drive” se identifican tres pilares de la motivación humana:
- Autonomía: La necesidad de dirigir nuestras propias vidas y tomar decisiones
- Maestría: El impulso de mejorar continuamente en algo que nos importa.
- Propósito: El anhelo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más grande que nosotros mismos.
Un
líder que cultiva el AMP en su equipo no necesita recurrir a incentivos
externos, ya que sus empleados están impulsados por la pasión y el deseo de un
resultado trascendente.
En
el libro “El poder de los hábitos” de Charles Duhigg explica el "bucle del
hábito" (señal, rutina, recompensa) y cómo la motivación funciona a nivel
neurológico ayudando a comprender los mecanismos biológicos detrás de la
motivación. El arte de liderar no solo reside en la filosofía del propósito,
sino también en la comprensión de la ciencia detrás del comportamiento humano.
III. “Tribus: todos necesitamos que alguien nos lidere" Seth Godin
Este
libro argumenta que la autoridad ya no es un título sino mas bien la capacidad
de encontrar y conectar a un grupo de personas con una misma pasión, formando
una tribu. Cambiando la perspectiva tradicional sobre la relación entre el
líder y el talento, esta obra demuestra que la labor más importante de un líder
no es gestionar, sino unificar. El talento, en este contexto, no es solo una
habilidad individual, sino una fuerza colectiva que se desata cuando un líder
valiente le da a la tribu una causa para la que luchar y un sentido de
pertenencia.
15.
El arte de conectar: El líder como unificador.
La
autoridad tradicional ha perdido poder. Hoy, el verdadero liderazgo se trata de
la capacidad de encontrar y conectar a un grupo de personas con una pasión,
interés o causa en común. El arte de liderar reside en dar voz a ese colectivo,
inspirando a la "tribu" a unirse para perseguir un objetivo que les
importa.
16.
El arte de la pasión: El líder como catalizador del cambio.
El líder
no necesita un título formal para liderar. Un líder es simplemente una persona
con una idea, la valentía de compartirla y la capacidad de inspirar a otros. Su
poder no proviene de su posición, sino de la intensidad de su pasión y su
visión. Es un líder que, con su energía, moviliza a otros a crear algo nuevo y
trascendente.
En
el libro “El punto clave: Cómo los pequeños cambios pueden provocar grandes
transformaciones” de Malcolm Gladwell explora cómo las ideas, los productos y
los comportamientos se propagan en la sociedad. Sus conceptos de los "conectores",
"expertos" y "vendedores" (personas con habilidades únicas
que ayudan a difundir las ideas) proporcionan una base sociológica para la
teoría de las tribus de Godin.
IX. “Meditaciones" Marco Aurelio
Marco
Aurelio (26/abr/121 – 17/mar/180) fue durante casi veinte años emperador del
imperio Romano. Su libro “Meditaciones" es una colección de reflexiones
personales sobre cómo vivir una vida con virtud y sabiduría, aplicando la
filosofía estoica. No es un manual para liderar a otros, sino para liderarse a
uno mismo. Maro Aurelio sostiene en esta obra que el arte de liderar comienza con el arte
del autogobierno. La verdadera fortaleza de un líder no proviene del poder que
ejerce sobre los demás, sino del control que tiene sobre sus propias
percepciones, emociones y juicios. Es un recordatorio de que el talento sin
disciplina interna y un propósito ético es insuficiente para inspirar, y que el
liderazgo más efectivo es aquel que se ejerce con integridad, calma y sabiduría
interior.
17.
Autogobierno: El líder de su propia mente.
Marco
Aurelio, uno de los emperadores más poderosos de la historia, enseñaba que el
verdadero liderazgo comienza con el dominio de uno mismo. El arte de liderar no
consiste en controlar a otros, sino en gestionar las propias emociones, juicios
y reacciones ante las adversidades externas. Esta lección se centra en la
disciplina interna y la virtud como la base del poder, no en la autoridad.
18.
El arte de servir a la comunidad: El líder como una parte del todo.
El
emperador estoico veía a la humanidad como un solo cuerpo interconectado.
Sostenía que la labor del líder no es para la gloria personal o el poder, sino
para el bienestar colectivo. El liderazgo es un acto de servicio y que la
verdadera misión de un líder es contribuir al bien común, actuando con justicia
y benevolencia en cada decisión.
En el
libro “El hombre en busca de sentido” (05/52 2025) Viktor Frankl profundiza en
el concepto de la última de las libertades humanas que es la capacidad de
elegir nuestra actitud ante cualquier circunstancia. Este principio estoico, de
enfocarse en el control de la mente en lugar de en los eventos externos,
resuena profundamente en el contexto del sufrimiento inimaginable. La obra de
Frankl demuestra que el arte del autogobierno es la clave no solo para el
liderazgo, sino para la supervivencia y la búsqueda de significado en la vida.
X. “Creativity, Inc." Ed Catmull
Ed
Catmull, cofundador de Pixar, construyó una cultura que permitía que el talento
floreciera. El libro es una guía sobre cómo liderar la creatividad y rompe con
la noción de que el talento es un fenómeno aislado. Ed Catmull demuestra que el
arte de liderar no consiste en encontrar genios, sino en construir un entorno
donde el talento pueda prosperar sin miedo al fracaso. Su obra es un testimonio
de que la innovación no es una chispa mágica, sino el resultado de un proceso
humano y deliberado.
19.
El arte de conectar: El líder como unificador.
El
verdadero trabajo de un líder no es generar ideas, sino proteger las buenas
ideas de las fuerzas del miedo y del statu quo dentro de la propia
organización. El arte de liderar reside en crear una cultura de seguridad
psicológica donde las personas se sientan libres de proponer ideas arriesgadas,
cometer errores y dar retroalimentación honesta sin temor a represalias.
20.
El arte de la maestría: El líder que mejora el sistema, no a las personas.
Los
líderes deben asumir que la mayoría de los problemas no se deben a la
incompetencia de las personas, sino a un sistema o proceso defectuoso. El
líder, como un artista de la mejora continua, debe enfocarse en arreglar el
sistema, en lugar de culpar a las personas. Este enfoque fomenta la
colaboración y la responsabilidad compartida para un resultado trascendente.
EL libro
“El dilema del innovador” de Clayton M. Christensen explica por qué las
empresas exitosas a menudo fracasan al enfrentar innovaciones disruptivas. La
incapacidad de proteger y desarrollar ideas nuevas es una de las principales
causas de la caída de grandes corporaciones. La obra de Christensen, por lo
tanto, es una validación estratégica para la filosofía de la creatividad de
Pixar.
La vida, al fin y al cabo, es una obra de arte en constante movimiento. A través de la historia, las figuras más influyentes han demostrado que la huella más profunda no se deja con poder o autoridad, sino con una visión audaz, una voluntad inquebrantable y, sobre todo, con una profunda humanidad. En las manos del verdadero líder quizás no se encuentran pinceles, mármol o coreografías, sino el corazón y la mente de las personas. En el arte de liderar se revela la creatividad, el enfoque en la obra y la búsqueda de un propósito que trasciende lo material. El liderazgo de alto nivel busca al mismo tiempo resultados, transformar equipos en sinfonías de talento, proyectos en obras maestras trascendentes y a los líderes en constructores de innovación y valores. Liderar, más que gestionar, es inspirar; más allá de guiar, es elevar. Y, en última instancia, no es hacer, sino crear.
Quizás
por todo esto la forma más sencilla de honrar ese arte es reconocerlo pensando en
ese líder inolvidable que marcó tu camino. Si tienes un momento quizás podrías enviarle
unas palabras. Agradecer también es liderar.
"No se trata de la pintura. Se trata de la vida." Jackson Pollock. Entrevista. 1950
Cada minuto cuenta. Suerte. Buen viaje
Mario Kogan
7 Sep 25

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