"Éxito” (38/52 2025)
“No
intentes ser una persona de éxito, sino una persona de valor”
(Strive
not to be a success, but rather to be of value)
Carta
de Albert Einstein a Samuel J. Woolf. 1934
En un tiempo donde el logro parece haberse convertido en la medida del valor personal, muchas personas se lanzan en la búsqueda del éxito sin detenerse a preguntar qué significa realmente para ellas ni cuál es el precio que hay que pagar. La búsqueda desenfrenada puede traer gloria, pero también dejar cicatrices profundas en lo más íntimo. El éxito mal entendido se transforma en un espejismo voraz, que exige cada vez más y arrasa con lo esencial en términos de salud, afectos y paz interior.
Este documento tiene como propósito abrir un espacio de reflexión para comprender el éxito en toda su complejidad no como una meta unidimensional, sino como una construcción personal atravesada por la disciplina, las oportunidades, los fracasos y, sobre todo, por los dilemas éticos que acompañan cada elección. Aquí no hay fórmulas mágicas ni recetas instantáneas, sino la invitación a mirar el éxito desde distintos ángulos y con mayor honestidad.
Con el fin de profundizar en este apasionante tema desde distintos puntos de vista se describen a continuación veinte enseñanzas clave sobre el “Éxito” (38/52 2025) basadas en cinco fuentes distintas:
I. "Peak: Secrets from the New Science of Expertise" – Anders Ericsson
Anders Ericsson popularizó la regla de las 10,000 horas argumentando que la
clave para la maestría no es el talento, sino un tipo de entrenamiento
intencional llamado "práctica deliberada" que lo define como un
proceso de mejora enfocado, estructurado y con retroalimentación constante que
obliga a salir de la zona de
confort. El éxito en gran medida es una habilidad que se construye con esfuerzo
consciente, y no un golpe de suerte o un don genético.
1.
La práctica deliberada supera al talento innato
Lo
que diferencia a los expertos de los amateurs no es un “don natural”, sino un
tipo particular de entrenamiento denominado “práctica deliberada”. Esta práctica
se caracteriza por tener objetivos claros, retroalimentación inmediata,
esfuerzo consciente y un desafío constante que empuja más allá de la zona de
confort. El éxito no se hereda sino que se construye. Esta visión científica
tiene eco en la filosofía de Aristóteles, quien en su Ética a Nicómaco sostenía
que la excelencia moral es el resultado del hábito. Aristóteles argumentaba que
nos volvemos justos practicando la justicia, y moderados practicando la
moderación. Ambas ideas, la científica y la filosófica, convergen en la misma
lección; la excelencia no es un regalo, sino el resultado directo de la acción
intencional y la repetición consciente.
2.
El cerebro y el cuerpo son moldeables: el éxito es una construcción adaptativa
La
práctica deliberada cambia físicamente al cerebro y al cuerpo desarrollando
nuevas conexiones neuronales y adaptaciones fisiológicas. La plasticidad humana
permite que cualquier persona mediante un entrenamiento adecuado se acerque a
niveles de desempeño antes considerados inalcanzables. El éxito se entiende
como un proceso biológico y psicológico de adaptación progresiva. En el libro “The
Brain That Changes Itself” Norman Doidge sostiene que neuro plasticidad permite
que el cerebro se reorganice y mejore habilidades a lo largo de la vida. Su
trabajo refuerza la noción de que la excelencia no es un límite fijo, sino un
horizonte expandible mediante el aprendizaje estructurado.
II.
"Grit: The Power of Passion and Perseverance" Angela Duckworth
El
origen de la palabra "grit" Proviene del inglés antiguo
"grytt" o "grytta, que significa "arena gruesa",
"grava" o "polvo". Con el tiempo, esta palabra se asoció
con algo áspero y firme, como el material de un camino de tierra. Durante el
siglo XIX, el significado se transformó metafóricamente para describir una
cualidad humana; la dureza, la firmeza y el valor. La idea es que una persona
con "grit" es como la grava en un camino; resistente, difícil de
desgastar y con una determinación inquebrantable. Angela Duckworth argumenta
que la verdadera fórmula para lograr el éxito a largo plazo no es el talento,
sino lo que denomina "grit"; la combinación de pasión y
perseverancia. La pasión es el interés y la motivación que te mantienen
conectado a una meta, mientras que la perseverancia es la tenacidad y la
resistencia para seguir adelante a pesar de los fracasos. Estos conceptos aportan
valor y peso al poder del esfuerzo y la
resiliencia en el camino hacia el éxito disminuyendo la atención en la
narrativa sobre "el genio natural" que algunos consideran único para alcanzar
éxitos.
3.
El éxito depende más de la perseverancia que del talento innato
El
factor que mejor predice el logro a largo plazo no es la inteligencia o la
brillantez inicial, sino la capacidad de mantener el esfuerzo de manera
constante frente a la dificultad. El “grit” es la mezcla de pasión y
perseverancia sostenida a lo largo del tiempo. Esta idea tiene un eco en el
estoicismo, una filosofía que valora la fortaleza y la constancia. Como
escribió Marco Aurelio en sus Meditaciones, “La felicidad de tu vida depende de
la calidad de tus pensamientos”. De la misma forma, el éxito depende de la
constancia de tus acciones. Ambas perspectivas, la científica y la filosófica,
coinciden en que el control sobre nuestro esfuerzo y nuestra actitud es más
valioso que cualquier circunstancia externa.
4.
La pasión como fuerza directriz del esfuerzo prolongado
El
“grit” no es solamente trabajar duro, sino sostener un interés profundo y
duradero que le de sentido al esfuerzo. La pasión es lo que permite que la
perseverancia no se vuelva un simple sacrificio, sino un motor con propósito.
En el libro “El héroe de las mil caras” Joseph Campbell describe alrededor de la
mitología del camino del héroe que el viaje no se sostiene por la obligación,
sino por una profunda llamada o propósito que lo impulsa a superar todas las
pruebas. Así como la pasión impulsa el “grit”, el llamado del héroe es la
fuerza interior que da significado y energía a su arduo y prolongado viaje.
III.
"The Hard Thing About Hard Things" – Ben Horowitz
Este libro ofrece una perspectiva cruda y realista sobre la gestión y el éxito
empresarial sin idealizar el camino descartando fórmulas mágicas o consejos
motivacionales. Por el contrario, el éxito es el resultado de enfrentar y
resolver los problemas difíciles que la mayoría de los líderes evitan. El éxito
no es solo sobre lo que se hace bien, sino sobre cómo se sobrevive y se aprende
de los fracasos más duros.
5.
El éxito surge de enfrentar la incertidumbre y tomar decisiones difíciles sin
manuales claros
Los
líderes no fracasan por problemas técnicos, sino por la capacidad (o
incapacidad) de navegar en la ambigüedad y por decisiones erróneas cuando llega
el momento de despedir colaboradores, cambiar estrategias, aceptar la
incomodidad del error u operar para sobrevivir. El éxito no está en evitar los
problemas, sino en la forma en que se los encara. Esta perspectiva conecta con
el concepto de “mundo VUCA” (volátil, incierto, complejo, ambiguo), acuñado en
la U.S. Army War College en los años 90. En un contexto VUCA, la resiliencia y
la toma de decisiones bajo presión se consideran más determinantes que el
conocimiento previo. El libro “Leadership Without Easy Answers” de Ronald
Heifetz aporta una visión muy interesante al profundizar en la necesidad gestionar
situaciones complejas a través del trabajo focalizado en dos tipos de métodos a.
Desafíos Adaptativos (ej. sin solución preexistente y con el reto de cambios de
hábitos, valores y comportamientos) o b. Problemas Técnicos (ej. solución cercana/conocida)
6.
Construir y sostener equipos es más decisivo que las estrategias brillantes
Ningún
plan estratégico sobrevive sin un equipo fuerte, cohesionado y motivado. La
cultura empresarial, la comunicación honesta y la confianza mutua son lo que
permite atravesar los momentos más duros. El éxito depende de cómo se lideran
personas, no solo proyectos. Esta idea se alinea con la filosofía de Sun Tzu en
"El arte de la guerra". Aunque es un tratado sobre estrategia
militar, Sun Tzu insiste en que un ejército no se vence con tácticas geniales,
sino a través de su cohesión, disciplina y moral. Argumenta que un ejército
unido y con un espíritu de cuerpo inquebrantable es más poderoso que uno
numéricamente superior pero desorganizado. Así, el éxito en el campo de
batalla, al igual que en los negocios, reside en la fuerza del equipo y no solo
en la brillantez del plan.
IV.
Essentialism: The Disciplined Pursuit of Less (Greg McKeown)
En
una cultura que valora la ocupación constante y la multitarea, la búsqueda
disciplinada de lo que es verdaderamente importante resulta clave para enfocar
toda la energía en las actividades que realmente crean un valor significativo.
No se trata de hacer más cosas, sino de hacer solo las cosas correctas. El
éxito real no se mide por la cantidad de tareas que se completan, sino por el
impacto concentrado de las acciones esenciales.
7.
La importancia de discernir lo esencial de lo trivial
El
éxito depende de nuestra capacidad de separar lo que realmente importa de lo
accesorio. La mayoría de las personas y organizaciones se dispersan en
múltiples compromisos, lo que diluye energía, creatividad y resultados. El
enfoque esencialista propone eliminar tareas y actividades no cruciales para
liberar recursos hacia lo que tiene mayor impacto. Stephen Covey en su libro
“Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” detalla con su concepto de
“poner primero lo primero” que las personas más efectivas priorizan actividades
que realmente aportan valor a largo plazo en lugar de dejarse arrastrar por lo
urgente o superficial.
8.
El poder de decir “no” para proteger lo que de verdad importa
El
éxito no es una suma infinita de logros, sino el fruto de decisiones
conscientes. Aprender a decir “no”, aunque sea difícil e incómodo, es una
herramienta esencial para construir una vida enfocada y significativa.
Renunciar a oportunidades atractivas, pero no esenciales, permite dedicar
energía a lo que conecta con el propósito y el talento de cada persona. En la
clásica obra, "The Effective Executive", Peter Drucker desmantela el
mito de que la efectividad se mide por la cantidad de trabajo argumentando que
la clave del éxito no es hacer más, sino concentrarse en hacer lo correcto.
Para P. Drucker, los líderes más efectivos no se enfocan en la eficiencia, sino
en identificar y ejecutar un pequeño número de prioridades críticas que generan
el mayor valor. De esta premisa surge su famosa y contundente advertencia: “No
hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse
hecho en absoluto.”
V. "Range: Why Generalists Triumph in a Specialized World" – David Epstein
En muchos ambientes profesionales los generalistas tienen una ventaja ya que las
personas que exploran una variedad de intereses y desarrollan un amplio
conjunto de habilidades son a menudo más creativas, adaptables y mejor
equipadas para triunfar en un mundo complejo y en constante cambio. El camino
hacia el éxito no es único ya que la diversidad de experiencias, una amplia
curiosidad y el análisis de ideas de fuentes diversas son tan valiosas como el
enfoque especializado.
9.
El éxito requiere exploración amplia antes de la especialización
Muchas
personas exitosas no siguieron una línea recta hacia la maestría, sino que
probaron múltiples áreas antes de encontrar su camino. Esa exploración inicial aporta
flexibilidad cognitiva, creatividad y la capacidad de adaptarse a cambios. En
lugar de la “hiperespecialización temprana”, el éxito suele estar ligado a una
trayectoria más abierta y experimental. Herminia Ibarra en su libro “Working
Identity” sostiene que las transiciones profesionales exitosas suelen darse a
través de la exploración de roles diversos, que ayudan a redefinir quiénes
somos y hacia dónde vamos. Probar y fallar en distintos campos es un proceso
formativo, no un desvío No se encuentra
una nueva identidad laboral pensando en ella, sino actuando en el mundo.
10.
Los generalistas destacan en problemas complejos porque conectan ideas de
distintos dominios
En situaciones
complejas o sin alternativas claras a la vista los generalistas tienen ventaja
porque piensan de manera analógica ya que cruzan disciplinas y encuentran
soluciones innovadoras. Su fortaleza no está en la profundidad de un área, sino
en la capacidad de integrar perspectivas. En el libro “The Opposable Mind” Rofer
Martin propone integrar ideas opuestas a través de un concepto que denomina “pensamiento
integrador” explicando la manera que tienen los líderes más efectivos en
expandir su visión para generar nuevas soluciones. La capacidad de síntesis y
conexión entre mundos dispares se convierte en un activo estratégico para el
éxito.
VI.
"The Ride of a Lifetime" – Robert Iger
El
libro "The Ride of a Lifetime" ofrece una visión única del éxito
desde la cima del liderazgo corporativo detallando la vivencia de Robert Iger
en Disney. Es un resumen de primera mano desde una posición de dirección de
largo recorrido en una de las empresas más grandes del mundo como COO 2000 a
2005, CEO 2005 a 2020 y CEO nuevamente desde 2022. Robert Iger comparte sus
principios de liderazgo, describe como fue la toma de decisiones estratégicas
arriesgadas (como la compra de Pixar y Marvel) y cómo gestionó el fracaso y el
éxito a una escala monumental humanizando el éxito empresarial, valorando el liderazgo
estratégico, y proporcionando lecciones de concretas de su experiencia.
11.
El éxito requiere coraje para asumir riesgos estratégicos y apostar por la
innovación
Las
decisiones que transformaron a Disney, como la compra de Pixar, Marvel y
Lucasfilm, fueron posibles porque se atrevió a arriesgar en grande cuando la
inercia invitaba a la cautela. El éxito, según él, no surge de la comodidad,
sino de la valentía de apostar por lo nuevo y disruptivo. Clayton Christensen
en su libro “The Innovator’s Dilemma” demuestra que las organizaciones que
evitan riesgos y se aferran al statu quo suelen perder relevancia frente a
quienes apuestan por innovaciones radicales, incluso si estas parecen
arriesgadas en el corto plazo. El dilema surge porque los procesos de gestión
que las hacen exitosas son los mismos que las impiden invertir en transformaciones
que, al principio, parecen de bajo rendimiento o rentabilidad.
12.
El éxito sostenible se construye con integridad, optimismo y respeto por las
personas
Más
allá de los grandes negocios el verdadero liderazgo se mide en cómo se trata a
las personas y cómo se sostiene una cultura de confianza y respeto. La
integridad y el optimismo no son adornos, sino pilares que permiten mantener la
cohesión del talento en medio de la presión. En el libro “Inteligencia
emocional” Daniel Goleman describe que
los líderes con mayor éxito a largo plazo no son solo los más inteligentes
cognitivamente, sino quienes poseen habilidades emocionales como la empatía, el
autocontrol, la motivación y la capacidad de generar confianza.
VII. "Deep Work" – Cal Newport
Este
libro prioriza el enfoque como una habilidad clave y diferenciadora en la
economía moderna, y no como un simple consejo de productividad. En un mundo
lleno de distracciones constantes la capacidad de concentrarse profundamente en
una tarea cognitivamente exigente, definida como “deep work”, es un factor fundamental
para crear valor, mejorar habilidades rápidamente y producir resultados de alta
calidad. Posiblemente la capacidad de enfocar la mente es una de las
habilidades más valiosas en el siglo XXI.
13.
El éxito depende de la capacidad de concentración profunda y sostenida
Las
tareas de alto valor como aprender habilidades complejas, producir ideas
innovadoras o crear trabajo trascendente requieren periodos de atención sin
distracciones. La “economía de la atención” premia a quienes dominan el arte de
trabajar con foco profundo, porque logran resultados más valiosos. Mihaly
Csikszentmihalyi en su libro “Flow: The Psychology of Optimal Experience”
(04/52 2025) describe el l estado de flujo, cuando la concentración es total y
el tiempo parece desvanecerse, como el núcleo de la productividad creativa y
del rendimiento excepcional. Todo parece indicar que existe una correlación
entre la calidad del trabajo y la profundidad de la atención.
14.
La superficialidad limita el aprendizaje y la creatividad
La
cultura de la multitarea con atención constante a los teléfonos móviles, el
correo electrónico o las redes sociales fragmentan la atención, impidiendo
alcanzar niveles de excelencia. El éxito requiere cultivar un entorno y una
disciplina que favorezcan el trabajo profundo y reduzcan lo superficial. Nicholas
Carr en su libro “The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains”
sostiene que el uso constante de información fragmentada en entornos digitales
reduce la capacidad de concentración sostenida y debilita la memoria profunda. Vivir
en la dispersión genera riesgos ya que hemos pasado de la lectura tradicional a
una navegación superficial. Estamos perdiendo nuestra capacidad de
concentración afectando nuestra habilidad para leer textos largos y debilitando
los procesos cognitivos necesarios para la contemplación, la memoria a largo
plazo y la creatividad. Cabe destacar también el cambio a un tipo de "memoria
externa" ilimitada de internet fácilmente accesible vs. la memoria de
nuestro cerebro puede llevarnos a una dependencia excesiva y a una posible
disminución de capacidades de nuestra memoria biológica en el futuro. El
pensamiento profundo y la creatividad a menudo requieren lentitud, calma y un
proceso de "vagar" mentalmente que es incompatible con el ritmo
frenético de la web.
VIII. "Principles: Life and Work" Ray Dalio
Este
libro ofrece una visión sistemática del éxito, presentándolo no como un evento
fortuito, sino como el resultado de un conjunto de principios lógicos y bien
definidos. Ray Dalio, un inversor exitoso, argumenta que la clave para triunfar
en la vida y en los negocios es desarrollar un algoritmo personal basado en la
retroalimentación. Esto significa enfrentar la realidad sin prejuicios,
identificar las causas de los errores y fracasos para luego crear principios que
permitan evitarlos a futuro. Su obra se describe un marco de trabajo tangible para
tomar mejores decisiones dejando de lado el talento y la suerte, enfatizando el
aprendizaje del fracaso, priorizando el pensamiento lógico y transparente y la
búsqueda constante de la verdad, incluso si es dolorosa. Los logros no son solo
una cuestión de esfuerzo o mentalidad, sino de tener un sistema de principios
que te guíen.
15.
La verdad radical y la transparencia radical como motores del éxito colectivo
El
éxito no surge de proteger egos ni de ocultar errores, sino de crear entornos
donde la verdad se busque con crudeza y la transparencia sea total. En su
experiencia, las organizaciones prosperan cuando cada persona puede expresar
desacuerdos sin miedo y cuando las decisiones se toman a partir de la realidad,
no de ilusiones. Edgar Schein en su libro “Organizational Culture and
Leadership” subraya que las culturas fuertes y exitosas son aquellas que
fomentan la seguridad psicológica y la apertura, donde los miembros pueden
cuestionar y aprender colectivamente.
16.
Aprender de los errores mediante sistemas y principios claros
El
éxito depende menos de evitar errores y más de sistematizar el aprendizaje a
partir de ellos. Su método consiste en transformar cada fracaso en una lección
codificada dentro de principios que guían futuras decisiones. De ese modo, los
errores se convierten en activos que fortalecen tanto a individuos como a
organizaciones. Chris Argyris y Donald Schön en su libro “Organizational
Learning” desarrollan el concepto de “aprendizaje organizacional” que describe
a las organizaciones que prosperan gracias a que no niegan el error, sino que
logran un “doble bucle de aprendizaje” ya que no solo corrigen fallos sino que
revisan los supuestos de fondo que los generaron. La verdad y la transparencia
radical fortalecen a las personas y a las organizaciones aportando valor al
transformar errores en principios que guían el futuro.
IX. "Daring Greatly: How the Courage to Be
Vulnerable Transforms the Way We Live, Love, Parent, and Lead" - Brené
Brown
Este
libro sostiene que el éxito no se basa en evitar el fracaso y que la
vulnerabilidad no es una debilidad sino que es el núcleo de la creatividad, la
innovación y el coraje. El miedo al fracaso, la vergüenza y la necesidad de ser
perfectos son los mayores obstáculos para la conexión y el éxito significativo.
El verdadero crecimiento no surge de la perfección ni del control, sino de la
apertura humana.
17.
La vulnerabilidad es una fuerza, no una debilidad, y es clave para el éxito
auténtico
Mostrarse
vulnerable reconociendo miedos, dudas o limitaciones no debilita, sino que fortalece
la confianza y la creatividad. El éxito requiere autenticidad y disposición a
exponerse al error, a la crítica y al rechazo. Solo quien se atreve a ser visto
tal cual es puede crear conexiones profundas y liderar con impacto real. Amy Edmondson en su libro “The Fearless
Organization” demostró que los equipos más innovadores y exitosos no son los
que cometen menos errores, sino los que se sienten seguros para hablar,
equivocarse y aprender juntos. La clave para un equipo de alto rendimiento no
es la ausencia de conflictos, sino la seguridad psicológica.
18.
El coraje de exponerse abre la puerta a la innovación y a relaciones más
significativas
El
éxito no significa evitar riesgos, sino atreverse a gestionarlos mediante
decisiones audaces incluso sin garantías. La vulnerabilidad y el coraje van de
la mano al innovar, liderar o amar ya que transitamos una especie de cornisa ante
la posibilidad de algún tropiezo o fracaso. El éxito personal o profesional no
es una travesía segura y sin riesgos. El coraje de alcanzar momentos trascendentes,
mágicos y maravillosos requiere del valor y la claridad vital para dar los primeros
pasos del viaje de transformación. Jack Mezirow en su libro “Transformative
Dimensions of Adult Learning” sostiene que el cambio profundo ocurre cuando nos
enfrentamos a experiencias desafiantes que cuestionan nuestras certezas modificando
los "marcos de referencia" (suposiciones, creencias, valores) a
través de los cuales interpretamos el mundo. Ese proceso, aunque incómodo, es
el que impulsa tanto el aprendizaje como el éxito personal y profesional.
X. "Burnout: The Secret to Unlocking the
Stress Cycle" de Emily y Amelia Nagoski
Esta
obra se enfoca en el costo humano del éxito, tema que la mayoría de los libros sobre
esta materia ignoran, describiendo los efectos de agotamiento mental y físico
al buscar el éxito a cualquier precio. El burnout no es un simple cansancio,
sino un estado de agotamiento emocional y físico causado por el estrés crónico.
La clave no está en eliminar los estresores, sino en completar el ciclo del
estrés para liberar la tensión acumulada en el cuerpo. La capacidad de manejar
el estrés y sostener el bienestar a largo plazo es clave para protegerse y prepararnos
mejor para aprovechar nuestras aptitudes y actitudes de cara al éxito que
tenemos en mente.
19.
El éxito requiere completar el ciclo del estrés, no solo resistirlo
El
éxito no se trata solo de resistir el estrés, sino de aprender a completar su
ciclo. Actividades como el ejercicio físico, la respiración consciente o
incluso un buen llanto permiten liberar esa energía acumulada. En libro
"The Relaxation Response" Herbert Benson demostró que técnicas
simples de relajación pueden revertir los efectos fisiológicos del estrés,
reduciendo la presión arterial y mejorando la salud. En definitiva, el
verdadero éxito no es aguantar más que otros, sino saber descargar y renovar la
energía para mantener la resiliencia a largo plazo.
20.
El éxito sostenible depende de la autocompasión y del cuidado emocional, no del
sacrificio constante
Una
de las causas principales del agotamiento, especialmente en mujeres, es la
presión social de cumplir expectativas imposibles. La autocompasión y el
cuidado mutuo no son indulgencias, sino estrategias de resiliencia que permiten
mantener el rendimiento y las relaciones a lo largo del tiempo. En el libro “Self-Compassion”
Kristin Neff sostiene que argumenta que la crítica interna severa debilita
nuestra capacidad para recuperarnos de los fracasos. Tratarnos con amabilidad,
comprensión y apoyo nos permite construir una base sólida de motivación,
resiliencia y bienestar mental, cualidades indispensables para sostener
nuestros logros a lo largo del tiempo.
El éxito, en su forma más pura, no es una medalla colgada en el pecho ni una acumulación interminable de logros. Es un trayecto íntimo, tejido con decisiones conscientes, aprendizajes dolorosos y momentos de auténtica plenitud. Al final del camino, el verdadero éxito no se mide por la magnitud de los aplausos, sino por la coherencia entre lo que soñamos, lo que hacemos y lo que llegamos a ser.
Cada
persona lleva dentro una brújula que señala hacia un norte distinto. Para
algunos, el éxito puede significar construir un legado profesional mientras que
para otros significa encontrar serenidad
en lo cotidiano o estar presentes con quienes aman. Lo esencial es que el
camino elegido no nos convierta en prisioneros de la ambición ni nos robe
aquello que nunca debería negociarse; la salud, la dignidad y la capacidad de
disfrutar de lo sencillo.
Vivimos
en un mundo que confunde con facilidad el brillo con la luz, que aplaude la
velocidad sin detenerse a preguntar hacia dónde vamos. Pero el éxito genuino requiere
aprender a soltar aquello que no nos pertenece, a decir “no” cuando el precio
es demasiado alto, y a recordar que no hay triunfo que compense una vida vacía
o fragmentada. El desafío, entonces, no es alcanzar cualquier éxito, sino el nuestro;
ese que nace del autoconocimiento, que se construye con disciplina y paciencia,
que se enriquece con los fracasos y que se dignifica con las elecciones éticas.
El éxito es siempre una meta en movimiento, nunca un estado final.
"Nunca te rindas. Nunca, nunca, nunca, nunca..."
Winston Churchill. Discurso en Harrow School. 1941
Cada minuto cuenta. Suerte. Buen viaje
Mario Kogan
14 sep 2025

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