“Manual de Virtudes y Fortalezas del Carácter” - Christopher Peterson y Martin Seligman (40/52 2025):

 




"Hay muchas cualidades que necesitamos para alcanzar el éxito, pero las tres que están por encima de todas — y cuya ausencia ni el brillo ni el genio pueden compensar— son el Coraje, la Honestidad y el Sentido Común.". "The Key to Success in Life" (1916). Theodore Roosevelt (26º presidente de los Estados Unidos).

¿Qué es lo que sostiene la vida humana cuando todo cambia y la incertidumbre crece? ¿Cuáles son las cuestiones que permiten a personas y organizaciones brillar y florecer? Algunas de las respuestas están en el libro “Manual de Virtudes y Fortalezas del Carácter” (Character Strengths and Virtues) que Christopher Peterson y Martin Seligman escribieron en el año 2004 explicando porqué lo que nos sostiene es el carácter que nos permite atravesar la adversidad, relacionarnos con los demás y construir un sentido de propósito que va más allá de la inmediatez. El mayor valor práctico de esta obra es que ofrece un método para organizar las fortalezas humanas en seis virtudes (Sabiduría y Conocimiento, Coraje/Valentía, Humanidad, Justicia, Templanza y Trascendencia) de las que se desprenden 24 fortalezas del carácter específicas que se encuentran en casi todas las culturas a lo largo de la historia. El carácter no se mide en lo que decimos, sino en cómo respondemos a la vida, a los demás y al futuro que estamos creando nosotros, juntos.

Como señala la psicóloga Barbara Fredrickson en su libro “Positivity” uno de los pilares del bienestar es la capacidad de cultivar emociones y disposiciones positivas de forma sostenida a lo largo de la vida. Las virtudes humanas no se conquistan de una vez para siempre sino que se pueden cultivar, como semillas que requieren cuidado constante para seguir construyendo vidas más plenas, comunidades más humanas y un futuro más sabio. Con el fin de profundizar en estos apasionantes temas se describen a continuación las enseñanzas clave (como excepción esta vez son 24) del libro "Character Strengths and Virtues“ (Manual de Virtudes y Fortalezas del Carácter) de Christopher Peterson y Martin Seligman (40/52 2025):

I. Sabiduría y Conocimiento (Fortalezas Cognitivas)

1. Creatividad: transformar la realidad con nuevas ideas

La creatividad no está limitada a las artes, sino que es la capacidad de generar soluciones originales a problemas cotidianos y complejos. Es una forma de inteligencia aplicada a la vida real. En el ámbito laboral, se traduce en idear estrategias novedosas y en la vida personal en encontrar caminos distintos para superar cualquier obstáculo. Esta cualidad, que el filósofo John Dewey ya definía en su libro “El arte como experiencia” de 1934 como un instrumento de adaptación vital, ha sido validada por la ciencia moderna. El artículo

“Exploring the link between psychological capital and creativity” (Frontiers in Psychology, 2023) sostiene que el pensamiento creativo está fuertemente asociado con una mayor resiliencia psicológica. Fomentar la creatividad es, por lo tanto, la vía más efectiva para navegar la incertidumbre y diseñar el futuro.

2. Curiosidad: El Motor del Aprendizaje Continuo y la Apertura Mental

La curiosidad es el impulso natural que nos lleva a explorar, descubrir y cuestionar, actuando como el principal motor del aprendizaje continuo. Esta fuerza es fundamental, ya que sin ella no puede haber innovación, avance científico ni crecimiento personal. Al fomentar la búsqueda de nuevas experiencias, esta fortaleza no solo expande nuestros horizontes, sino que también funciona como un escudo protector contra el tedio y la rigidez mental. Esta necesidad de saber es histórica. Ya en el siglo IV a.C., Aristóteles iniciaba su obra Metafísica (libro 1 cap.1) con una frase fundacional: “Todos los hombres desean por naturaleza saber”. La curiosidad cultivada en la infancia predice una mayor protección de la salud mental en la edad adulta. Específicamente, una investigación publicada en el Journal of Psychiatric Research (Zheng et al., 2023) reveló que la conexión se establece a través del desarrollo de una mayor confianza en el futuro, confirmando que la naturaleza exploratoria es esencial para la resiliencia psicológica.

3. Juicio y pensamiento crítico: decidir con discernimiento

El Juicio implica evaluar la información de manera objetiva y deliberada antes de tomar una decisión o actuar. En un mundo saturado de datos, noticias falsas (fake news) y algoritmos de polarización, esta fortaleza resulta imprescindible. C. Peterson y M. Seligman la destacan como el principal antídoto contra la credulidad y el dogmatismo, siendo esencial para una vida reflexiva. Este discernimiento ha sido una exigencia histórica y filosófica. Ya en el siglo XVIII, Immanuel Kant lo defendía en su célebre llamado a la Ilustración: “Sapere aude”, que se traduce como "Atrévete a saber" o "Atrévete a pensar por ti mismo". La UNESCO en su Plan de Acción para Regular las Redes Sociales (2023) establece como uno de sus siete principios fundamentales que las plataformas digitales tomen más iniciativas para "educar y formar a los usuarios en el pensamiento crítico". Esta acción se enmarca en la necesidad de fortalecer la Alfabetización Mediática e Informacional (MIL) como una herramienta clave para que los ciudadanos puedan evaluar el contenido de manera independiente y responsable. Cultivar esta fortaleza no solo nos permite tomar mejores decisiones personales, sino que es un pilar indispensable para la salud de las democracias modernas.

4. Amor por el aprendizaje: crecer a lo largo de toda la vida

El Amor por el Aprendizaje no se limita a la acumulación de títulos o credenciales, sino que es la disposición intrínseca a disfrutar y valorar el proceso de adquirir conocimiento por sí mismo. Se manifiesta en aquellos que activamente buscan entender sistemas complejos, conectar ideas de campos diversos y profundizar su comprensión del mundo más allá de lo inmediato. Es una fortaleza que alimenta el crecimiento a lo largo de toda la vida. Como sostenía Confucio “Aprender sin reflexionar es inútil; reflexionar sin aprender es peligroso.” (Analectas, Libro II, Capítulo 15). Esta frase subraya que el verdadero valor del aprendizaje reside en la meditación y aplicación crítica, no solo en la memorización o acumulación de datos. Sin reflexión, el conocimiento es vacío; sin conocimiento (o datos para contrastar), la reflexión se vuelve subjetiva y propensa al error. Por ello, el Amor por el Aprendizaje requiere de esta integración activa entre la entrada de información y su procesamiento crítico. Esta disciplina intelectual tiene beneficios tangibles a largo plazo. Investigaciones sistemáticas, como el estudio de Harzer y Ruch (2015) publicado en el Journal of Positive Psychology, han demostrado que las fortalezas intelectuales como el Amor por el Aprendizaje están directamente correlacionadas con la satisfacción laboral y el compromiso de los empleados. Además, en el contexto de la longevidad, los estudios longitudinales sobre el envejecimiento saludable sostienen que el compromiso cognitivo activo a través del aprendizaje constante es un poderoso factor protector cerebral, lo que se asocia con una reducción significativa en el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez. El cultivo de esta fortaleza, por lo tanto, no solo impulsa el éxito profesional, sino que es un pilar indispensable para la salud mental sostenida.

5. Perspectiva: ver la vida con sabiduría y amplitud

La Perspectiva es considerada la cúspide de las fortalezas cognitivas, combinando conocimiento y experiencia en un juicio reflexivo y equilibrado. Es lo que históricamente se ha denominado sabiduría práctica; la capacidad de ir más allá de los hechos para entender el contexto, el momento oportuno y la manera correcta de aplicar ese saber (el cuándo y el cómo). Quienes cultivan la Perspectiva suelen ser percibidos como consejeros sabios. Estudios recientes sobre el bienestar psicológico y la toma de decisiones sugieren que las personas con esta fortaleza reportan una mayor capacidad para tomar decisiones difíciles con serenidad y una menor angustia o ansiedad frente a la incertidumbre de la vida. Su enfoque se centra en el "cuadro completo" (the big picture). La primacía de esta fortaleza no es un concepto nuevo. El orador y filósofo romano Marco Tulio Cicerón (siglo I a.C.) anticipó su valor como eje del carácter al afirmar que la Sabiduría (Sapientia) era la base moral de la persona, señalándola como "la madre de todas las virtudes" (omnium virtutum mater).

 

II. Coraje / Valentía. Fortalezas Emocionales

6. Valor. Actuar a pesar del miedo

El Valor no significa la ausencia de temor, sino la decisión consciente de avanzar, persistir o defender una posición aun cuando el miedo está presente. Se trata del manejo constructivo del miedo, no de su eliminación. Es la disposición a defender lo correcto, ya sea enfrentando un desafío físico o ejerciendo una firmeza moral a pesar del riesgo personal o social. Como bien recordaba Nelson Mandela: “El valiente no es quien no siente miedo, sino quien lo conquista.” Esta fortaleza es crucial en el desarrollo personal y profesional. Estudios en psicología moral y organizacional demuestran que las personas que ejercitan activamente la Valentía desarrollan una mayor autoestima, una firmeza moral y una capacidad de liderazgo significativamente mayor en situaciones críticas. En la investigación de Sekerka y Bagozzi (2007), publicada en el Journal of Applied Psychology, sobre el coraje moral en el lugar de trabajo (moral courage in the workplace), subraya que este valor permite a los empleados y líderes tomar decisiones éticamente complejas, confrontar injusticias y defender sus convicciones con integridad. La acción valerosa, al reforzar la autoconfianza y la coherencia moral, se convierte en un pilar para el desarrollo del carácter maduro y el liderazgo eficaz.

7. Perseverancia: mantener el rumbo ante la adversidad

La Perseverancia es la habilidad de sostener el esfuerzo, el interés y el compromiso en tareas de largo recorrido, resistiendo la tentación de abandonar ante el fracaso o la dificultad. No se trata solo de insistencia ciega, sino de la determinación activa y el compromiso inquebrantable con un objetivo significativo.

Esta fortaleza es fundamental para alcanzar logros académicos, deportivos y profesionales. En el libro “Grit” (38/52 2025) Angela Duckworth sostiene que la Perseverancia, definida como pasión y persistencia por metas a muy largo plazo, es un predictor del éxito más potente que el talento natural o el coeficiente intelectual. Esta disciplina nos recuerda que la constancia y el compromiso sostenido a lo largo del tiempo son, en sí mismos, un verdadero superpoder para superar la adversidad.

8. Integridad (Honestidad): Ser Coherente y Auténtico

La Integridad es la fortaleza que implica actuar en coherencia total con los propios valores y sentimientos, es decir, ser auténtico en lo que se piensa y se hace. Se manifiesta en la voluntad de decir la verdad, presentarse genuinamente y evitar toda forma de manipulación, engaño o falsedad. Esta coherencia es el pilar de la confianza, lo que le da estabilidad y solidez al carácter. Como tal, la Integridad es esencial para el buen funcionamiento de las relaciones personales y la eficacia profesional. Lo que realmente define el carácter no es un acto puntual, sino la constancia en la acción correcta y auténtica a lo largo de la vida. El valor de esta fortaleza es particularmente notable en el ámbito laboral y más notoriamente en el liderazgo ya que ha demostrado ser un factor crucial para el éxito y la estabilidad de las organizaciones. En el estudio "The effects of ethical leadership on organizational commitment: The mediating role of perceived organizational politics" de Ölçer y Coşkun (2021), publicado en el Leadership Quarterly se describe de que forma el liderazgo ético, basado en la Integridad, se relaciona positivamente con el compromiso organizacional de los empleados, mitigando los efectos negativos de políticas internas desleales. Esta evidencia subraya que la Integridad no solo es una virtud personal, sino un imperativo funcional para la salud organizacional.

9. Vitalidad: vivir con energía y entusiasmo

La Vitalidad  es la fuerza de vivir con pasión, de implicarse con energía y entusiasmo en cada experiencia. Más que simple hiperactividad, es un compromiso profundo y activador con la vida. La Vitalidad es una de las fortalezas más contagiosas porque inspira y motiva a los demás a comprometerse con sus propias vidas. La Vitalidad no solo mejora la experiencia personal, sino que ofrece beneficios protectores significativos para la salud. En el estudio “A balanced measure of health: The Well-Being Index”. Frontiers in Psychology, (2006 7(7), 13-25) se demuestra que la Vitalidad se asocia directamente con mayores niveles de compromiso en el trabajo, menor agotamiento laboral (burnout) y mayor resiliencia emocional ante el estrés.

 

III. Humanidad (Fortalezas Interpersonales)

10. Amor: cultivar vínculos recíprocos

El Amor, en el contexto de las Fortalezas de Carácter, trasciende la mera pasión romántica. Se define como la capacidad de establecer vínculos profundos y recíprocos basados en el afecto, el apoyo mutuo y la aceptación. Esta fortaleza es crucial para el bienestar, ya que representa la habilidad de dar y recibir cuidado y cariño. Una referencia clave sobre el impacto positivo de esta fortaleza es el libro "The Good Life: Lessons From the World's Longest Scientific Study of Happiness" de Robert Waldinger y Marc Schulz que resume más de 85 años de investigación del Harvard Study of Adult Development desde 1938 haciendo seguimiento de unas 3.000 personas a lo largo de tres generaciones. Las lecciones mas interesantes de esta obra son las siguientes:    

·       Las buenas relaciones son el factor más importante para una vida larga, feliz y saludable, más que el dinero, la fama o los logros profesionales.

·       La calidad de tus relaciones sociales a los 50 años predice mejor tu salud y longevidad en la vejez (a los 80 años y más) que tu nivel de colesterol o tu situación financiera.

·       No se trata de tener cientos de amigos en redes sociales o un matrimonio perfecto, sino de la profundidad y seguridad de las conexiones íntimas.

·       Los conflictos constantes o la soledad crónica tienen un efecto tóxico en el cuerpo.

·       Las buenas relaciones no eliminan el estrés, pero actúan como un amortiguador. Saber que tienes a alguien en quien puedes confiar en momentos de crisis reduce la respuesta biológica al estrés disminuyendo la inflamación crónica.

·       Las personas que se sienten seguras y conectadas tienen una memoria más nítida y un menor deterioro cognitivo a medida que envejecen. La conexión emocional mantiene el cerebro activo y protegido.

·       Las relaciones son como un músculo: requieren ejercicio y atención constantes. La gente más feliz es la que activamente invierte tiempo y energía en sus vínculos.

·       La vida adulta está llena de transiciones (mudanzas, cambios de trabajo, hijos). Los reajustes relacionales periódicos son útiles para revisar y reactivar las amistades o lazos familiares que se han debilitado con el tiempo.

·       El dinero es importante hasta cierto punto: se necesita suficiente riqueza para cubrir las necesidades básicas y la seguridad, eliminando el estrés de la pobreza. Una vez superado ese umbral, el aumento de la riqueza no se traduce en un aumento significativo y duradero de la felicidad. La búsqueda implacable de fama y fortuna a expensas de las relaciones es, de hecho, un predictor de infelicidad.

"Amar no consiste en mirarse el uno al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección." Erich Fromm. “El Arte de Amar” (1956)

11. Bondad: elegir el bien incluso en lo pequeño (32/52 2025)

La Bondad se traduce en gestos de cuidado, apoyo y generosidad hacia los demás. En esencia, es la decisión diaria de aportar alivio, un favor o una sonrisa, sin esperar nada a cambio. No se limita a grandes hazañas filantrópicas, sino que reside en la intención activa de ayudar y nutrir a otros. La bondad es un motor poderoso del bienestar no solo para el receptor, sino también para quien la ejerce. En estudio "Doing good for the good of others: Effects of prosocial spending on affective and relational well-being" de Aknin et al. (2022), publicado en el Journal of Experimental Psychology: General, 151 2, 336-351  refuerza esta idea al mostrar el beneficio directo de la generosidad en la felicidad. La Bondad es en general recíproca; el beneficio emocional que obtenemos al ser generosos es una de las recompensas más confiables para nuestro propio bienestar y es una estrategia directa para fortalecer nuestras conexiones sociales.

12. Inteligencia social: comprender y conectar con otros

La Inteligencia Social es la habilidad para leer las emociones y necesidades de los demás y responder de forma adecuada y constructiva. Esta fortaleza va más allá de la empatía pasiva ya que incluye la capacidad de gestionar interacciones complejas, establecer límites y construir relaciones saludables y funcionales. En el modelo de fortalezas, es la clave para la navegación exitosa del entorno social.  Aunque Daniel Goleman popularizó el concepto bajo el término de Inteligencia Emocional, la Inteligencia Social se centra en las habilidades interpersonales resultantes. Numerosos estudios confirman que esta capacidad predice el éxito profesional y social de manera más efectiva que el coeficiente intelectual (CI). La gestión exitosa de las relaciones sociales es un arte histórico y univeral que culmina en la amistad y la comprensión profunda. En el siglo IV a.C. Aristóteles dedicó dos libros enteros a examinar la amistad, considerándola no solo necesaria, sino también una virtud fundamental para la vida buena y la felicidad (Eudaimonia). Aristóteles distingue entre tres tipos de amistad: a. Por placer (basada en el disfrute mutuo). b. Por utilidad (basada en el beneficio mutuo). c. Perfecta (basada en la bondad y la virtud mutua). "La amistad es una sola alma que habita en dos cuerpos, un corazón en dos almas." Ética a Nicómaco (Libros VIII y IX). En la Amistad Perfecta dos personas se aman por su propia naturaleza y virtud, convirtiéndose esencialmente en un "segundo yo" para el otro, logrando la comprensión y la unidad de propósito que describe la fortaleza de la Inteligencia Social.

IV. Justicia (Fortalezas Cívicas)

13. Ciudadanía: pertenecer y contribuir al bien común

La Ciudadanía (o Civismo) es la fortaleza que impulsa la lealtad, el deber y la participación en la vida del grupo. Implica trabajar de manera desinteresada por los intereses de la comunidad o el país, y no solo por los propios. Es el cimiento de cualquier sociedad saludable, representando la disposición a colaborar, asumir responsabilidades compartidas y actuar como un miembro comprometido del equipo. La ciencia respalda el valor psicológico de esta conexión. La sensación de pertenencia y propósito cívico es un antídoto poderoso contra el aislamiento moderno. Una investigación publicada en Nature Human Behaviour en 2021 ha demostrado que la percepción de ser un miembro valioso y activo de una comunidad reduce significativamente los sentimientos de soledad y es un factor protector que fortalece la salud mental y el bienestar emocional de los individuos.” No nacemos solo para nosotros, sino para la patria, para los amigos, para los nuestros." Cicerón. “De Officiis” (Sobre los Deberes)

14. Equidad: tratar a todos con justicia e imparcialidad

La Equidad es la disposición de actuar sin favoritismos, reconociendo el valor y las necesidades de cada individuo de manera objetiva e imparcial. No implica uniformidad, sino reconocer lo que es justo y lo que corresponde a cada cual para alcanzar un resultado justo. Esta fortaleza impulsa la meritocracia, la rectitud y la honestidad en la toma de decisiones. La percepción de la equidad es crítica no solo a nivel social, sino también en los entornos organizacionales, donde impacta directamente en el desempeño y la estabilidad. La justicia percibida en la distribución de recursos, los procesos de toma de decisiones y el trato interpersonal (conocida como Justicia Organizacional) es un predictor fundamental de la motivación, la satisfacción y la retención de talento en el lugar de trabajo. Es una conclusión consolidada de más de 25 años de investigación en la Psicología Organizacional. “Justice at the millennium: A meta-analytic review of 25 years of organizational justice research. 2001. Journal of Applied Psychology, "La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, así como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento." John Rawls (Teoría de la Justicia)

15. Liderazgo: guiar con responsabilidad y servicio (37/52 2025)

El Liderazgo, en el contexto de las Fortalezas de Carácter, no se define por la autoridad formal, sino por la capacidad de inspirar, organizar y movilizar a un grupo hacia un objetivo compartido. Es un ejercicio de servicio más que de poder o dominio, centrado en facilitar el éxito del equipo. Implica visión, responsabilidad y la habilidad de delegar eficazmente. El estilo de liderazgo más efectivo es aquel que pone los valores y el bienestar del equipo en primer lugar. Estudios contemporáneos sobre el Liderazgo Auténtico y el Liderazgo de Servicio (Servant Leadership) confirman que el liderazgo basado en valores (integridad, empatía, visión) aumenta significativamente el compromiso y la productividad de los equipos. (Harvard Business Review y The Leadership Quarterly).

V. Templanza.  Fortalezas que protegen contra los excesos y el desorden, el dominio de sí mismo.

16. Perdón y Misericordia. Liberarse del Peso del Rencor

El Perdón y la Misericordia son fortalezas que implican la decisión consciente de dejar ir el resentimiento y las actitudes vengativas hacia quienes nos han ofendido. Perdonar no significa necesariamente olvidar o condonar el daño recibido, sino liberarse del peso emocional y del rencor perpetuo que impide avanzar. La misericordia abre un espacio para la compasión, permitiendo la sanación y la recomposición de vínculos. En lo personal, este acto devuelve la paz interior y previene la amargura crónica. La ciencia del comportamiento subraya que el perdón es un acto que beneficia principalmente al que lo ejerce, siendo una forma de autorregulación emocional (Forgiveness and reconciliation: Theory and application Routledge Worthington (2006)) Esta liberación del veneno interno es la razón por la que el perdón se considera un acto de profunda sabiduría. El perdón, entonces, se establece como un acto práctico de autocuidado y de salud emocional, esencial para la felicidad a largo plazo

17. Humildad y Modestia.

La Humildad es la fortaleza que implica la capacidad de reconocer la verdad de quiénes somos, aceptando tanto nuestros logros como nuestras limitaciones. Ser humilde no significa minimizarse o carecer de ambición, sino tener la grandeza de aceptar los errores y el compromiso de seguir aprendiendo. La Modestia es la manifestación externa de esta fortaleza, evitando que el ego arruine lo construido y permitiendo que el crédito, y con ello la oportunidad de florecer, se distribuya entre los demás. La humildad se manifiesta en tres comportamientos clave del líder: admitir errores, apreciar las fortalezas de los demás y estar abierto al feedback. Al modelar estos comportamientos, el líder crea una "humildad colectiva" en el equipo, lo que fomenta la seguridad psicológica, la adaptabilidad y, en consecuencia, la innovación y el alto desempeño. En entornos de este tipo resulta mas sencillo el desarrollo del talento colectivo. (Journal of Applied Psychology. Owens y Rowatt. Cuando cultivamos la humildad, no solo crecemos individualmente, sino que creamos entornos de apertura y respeto donde otros también pueden crecer.

18. Prudencia (Cuidado, Planificación)

La Prudencia (Phronesis) es la fortaleza cognitiva y de carácter que implica la sabiduría práctica de pensar antes de actuar, prever las consecuencias y elegir el momento oportuno. No es un freno a la acción, sino la brújula que da dirección a las demás fortalezas, permitiendo gestionar los objetivos a largo plazo de manera responsable. La persona prudente es experta en balancear el deseo inmediato con la meta futura. La prudencia es un factor clave para el bienestar. La capacidad de proyectar las acciones en el futuro se relaciona con mejores resultados académicos, mayor salud financiera (ahorro) y mayor satisfacción con la vida en general, ya que permite un mejor afrontamiento de los desafíos.

19. Autorregulación (Autocontrol)

La Autorregulación (o Autocontrol) es la disciplina de gobernarse a uno mismo, no permitiendo que los impulsos, deseos o emociones momentáneas decidan por nosotros. Esta fortaleza nos permite elegir respuestas conscientes en lugar de caer en reacciones automáticas. En el ámbito profesional, el autocontrol es el fundamento de la fiabilidad y la perseverancia; en la vida personal, fortalece la toma de decisiones y la salud a largo plazo. La capacidad de demorar la gratificación y gestionar los estados internos ha sido identificada como un predictor clave de la trayectoria de vida. El autocontrol es, en esencia, una capacidad cognitiva que se puede entrenar.

VI. Trascendencia

Fortalezas que forjan conexiones con el universo más amplio y proporcionan significado.

20. Apreciación de la Belleza y la Excelencia

La Apreciación de la Belleza y la Excelencia es la capacidad de detenerse y admirar lo sublime o lo extraordinario en el mundo. Esta fortaleza se manifiesta en dos dimensiones. a. Belleza: La admiración por la forma, la naturaleza y la experiencia sensorial (arte, música, paisajes). b. Excelencia: La valoración de la habilidad y la perfección del ser humano (virtuosity o skill) en una acción noble, un logro o un conocimiento. Cultivar esta apreciación nos reconcilia con el mundo, nos recuerda que hay algo más grande que la rutina y nos inspira a buscar la excelencia en nuestras propias vidas. En ocasiones la sensación de asombro provocada por la grandeza (ya sea un paisaje vasto o una obra maestra) se asocia con una reducción de la sensación de tiempo, lo que nos hace sentir que tenemos más tiempo disponible en el presente. Además, promueve la humildad y la conexión social, ya que nos ayuda a percibirnos como parte de un sistema más grande que uno mismo.

Esta fortaleza es, por tanto, una invitación a la búsqueda activa de momentos que llenen de significado y asombro nuestra vida cotidiana.

21. Gratitud

La Gratitud es el aprecio y el reconocimiento de las cosas buenas que hemos recibido. Esta fortaleza transforma activamente la percepción de la escasez en abundancia, incluso en medio de las dificultades. Al reconocer y expresar agradecimiento por las contribuciones ajenas, la gratitud no solo fortalece los vínculos sociales, sino que nos ancla en el presente y reduce el enfoque de lo negativo. La gratitud actúa como un potente factor protector de la salud mental ya que de ella nacen la generosidad, la lealtad y la cooperación, siendo esencial para construir una vida moral y social completa.

22. Esperanza (Optimismo, Orientación al futuro)

La Esperanza (o el Optimismo orientado al futuro) es la convicción de que el mañana puede ser mejor de lo que es hoy, y que nuestras acciones tienen el poder de modelarlo. No es simple ingenuidad pasiva, sino una energía vital que impulsa la acción, la resistencia ante la adversidad y la búsqueda de soluciones. La persona esperanzada fija metas y visualiza caminos para alcanzarlas, incluso cuando se enfrenta a la incertidumbre. La esperanza es una herramienta cognitiva crítica, no solo un sentimiento. Charles R. Snyder en su Teoría de la Esperanza establecen que existen por un lado vías y motivaciones para utilizar esas rutas. La esperanza alta se correlaciona con mayor éxito académico, mejor rendimiento y mayor bienestar emocional ya que funciona como un sistema de autogestión de metas.

23. Humor y Alegría

El Humor y la Alegría es la fortaleza que permite ver la vida con ligereza y perspectiva, aligerando el peso de las dificultades sin negarlas. El humor es un poderoso mecanismo de afrontamiento adaptativo y una herramienta de conexión social. La alegría compartida fortalece lazos, creando ambientes más humanos y resilientes en el trabajo o en lo personal y nos conecta con la sencillez de estar vivos. El humor optimiza el pensamiento y el desempeño colectivo. El uso apropiado del humor en el lugar de trabajo aumenta la creatividad, la comunicación y la cohesión del equipo, al reducir la distancia jerárquica y disipar la tensión. Además, el humor está directamente asociado con la resiliencia psicológica, ya que permite la reevaluación cognitiva de los problemas. El humor es, en el fondo, una forma de sabiduría profunda y lúcida, un recordatorio de que la vida, a pesar de sus tragedias, no debe tomarse demasiado en serio. Como sostiene Friedrich Nietzsche su obra “Así habló Zaratustra” (cap. El hombre superior) "No vale la pena ninguna verdad que no venga acompañada de una carcajada" La risa es el signo de que uno ha trascendido el espíritu de pesadez y ha abrazado la vida en su totalidad, con sus sufrimientos y sus glorias.

24. Espiritualidad (Fe y Sentido de propósito)

La Espiritualidad (o Sentido de Propósito) es la fortaleza final y abarcadora que impulsa la búsqueda de sentido, coherencia y propósito en la vida más allá de los intereses individuales. No depende de una religión específica, sino de la creencia de que la vida tiene un significado inherente y de que estamos conectados a algo más grande que puede ser la naturaleza, la comunidad, un ideal ético o lo trascendente. Esta fortaleza dota de orientación y paz interior a la travesía de la existencia. Tener un fuerte sentido de propósito no es solo un factor de bienestar, sino una protección fundamental contra el sufrimiento y el vacío existencial. Un sentido elevado de propósito en la vida se correlaciona con mejor salud física, menor riesgo de mortalidad, y una mayor resiliencia frente a eventos estresantes. Actúa como un buffer psicológico que proporciona un ancla y un marco de referencia ante la adversidad. Tal como sostiene Viktor Frankl en “El hombre en busca de sentido” (05/52 2025) “Quienes hallaban un propósito podían resistir incluso las condiciones más extremas. El carácter no es destino escrito ni mera herencia sino que es la obra que cada persona esculpe día tras día. Nace de nuestras raíces biológicas, se nutre de tradiciones filosóficas y se concreta en elecciones cotidianas. En él conviven la sombra y la luz, el hábito y la inspiración, lo individual y lo comunitario. Hoy más que nunca necesitamos personas cuyo talento esté acompañado de carácter, porque el ingenio sin brújula y la habilidad sin raíz han mostrado sus límites. El carácter es esa fuerza callada que sostiene la confianza, da sentido a la libertad y transforma lo común en trascendente. Cada lector encontrará aquí una invitación al elegir una virtud, un hábito o bien un gesto de servicio que pueda cultivar y desarrollar. Porque el carácter no se construye en teorías, sino en acciones para llegar a ser quienes deseamos ser.

"Somos aquello que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito" Aristóteles. Ética a Nicómaco Libro II, Cap.1 siglo IV a.C

Cada minuto cuenta. Suerte. Buen viaje


Referencias externas

https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC12360920/

https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC12360920/

https://en.wikipedia.org/wiki/Values_in_Action_Inventory_of_Strengths

https://www.bbc.co.uk/future/article/20250915-the-ancient-origins-of-todays-personality-types

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